viernes, 7 de agosto de 2009

Tesis: Medio Ambiente y Recursos Naturales

MEDIO AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES

ANTECEDENTES

El modo de producción capitalista, para acrecentar los niveles de acumulación, hace desmedidos esfuerzos por dominar, controlar y manipular la naturaleza y las poblaciones en ella inmersas. Para el logro de este objetivo la línea trazada por las corporaciones transnacionales es el control total del los territorios, legalizada a través del discurso ideológico conservacionista de un medio ambiente sin habitantes humanos que lo afecten.

En el año de 1972 con la publicación de “Una Sola Tierra” marco de análisis para la conferencia de naciones unidas sobre el medio ambiente en Estocolmo, los discursos y conclusiones producto de dicha cumbre para nada cuestionaron el modo de producción capitalista responsable de la desertificación del suelo, del desecamiento de los cauces de agua, de la contaminación del agua, el suelo y el aire, la extinción de especies animales y vegetales, la erosión genética, el calentamiento global y la desterritorialización física y cultural de las comunidades; sino que además, culpabilizó a los habitantes de las naciones empobrecidas como las causantes de la crisis ambiental del planeta. De esta manera se legaliza la privatización de la naturaleza, presentando esta medida como el único modelo capaz de “conservarla”. Así, el sistema capitalista niega su responsabilidad en la destrucción de la naturaleza e implementa mecanismos para explotarla en beneficio del mercado internacional de bienes y servicios ampliado mediante la firma del protocolo de Kyoto, a los ciclos naturales (biogeoquímicos) del carbono, el oxigeno, el nitrógeno y el agua.

En los últimos años, organismos como la ONU, el Banco Mundial, el Fondo Monetario Internacional, la CEPAL, el Banco Interamericano de Desarrollo, vienen planteando que el uso de la naturaleza y de sus procesos debe corresponder al mayor valor económico que le generen a un país. Puntada final para la privatización de la naturaleza y el medio ambiente

ELEMENTOS PARA LA CONSTRUCCION DE LA TESIS SOBRE AMBIENTE Y RECURSOS NATURALES PARA EL SUROCCIDENTE. “Desarrollo Sostenible”

El capitalismo enmascara, tras el discurso de la conservación de la biodiversidad, su verdadero objetivo: la acumulación de riqueza y la conversión de todo bien en mercancía, para seguir manteniendo el control económico y político sobre todos los pueblos del mundo.

El banco mundial, el Fondo Monetario Internacional, el Banco Interamericano de Desarrollo, la Organización Mundial del Comercio y un número creciente de ONG´s ambientalistas al servicios del capital promueven acciones de doble moral: los causantes de la destrucción ecológica del planeta se presentan como sus protectores y salvadores.

Este discurso conservacionista, apoyado por el Estado colombiano, es parte de la estrategia político-militar que legaliza el desplazamiento y desarraigo de las comunidades (campesinas, indígenas, afrocolombianas) y libera la fuerza de trabajo de las mismas al mercado mundial de bienes y servicios. Desde esta óptica vienen funcionando el Plan Colombia, el Plan Puebla Panamá, los Laboratorios de Paz y los corredores biológicos que son parte de una misma estrategia integral de guerra a favor del capital, implementa en regiones con amplia biodiversidad, grandes yacimientos mineros, fuentes de agua y reservas de vida. Sus ejes básicos han girado en torno a:

1. Canje de deuda por naturaleza: la expropiación de territorios ricos en biodiversidad y recursos naturales se hace sobre la base del pago de una deuda ilegitima contraída por los gobiernos colombianos ante la banca mundial y el poderío Estadounidense. En el canje de deuda por naturaleza se entrega al capital transnacional el poder sobre la naturaleza y la vida, abriendo las puertas para una posterior comercialización bajo la figura de servicios ambientales.

2. Servicios ambientales: figura bajo la cual el agua, los bosques, las montañas, el aire y la vida, obtienen un valor comercial en el mercado internacional. Los territorios son hechos propiedad privada del capital que descaradamente impone precios por el uso de los mismos. La naturaleza es vendida y consumidas en los “mercados verdes”, bajo el sello de servicios ambientales.

3. Legislación ambiental: Está diseñada para proteger los capitales de las grandes empresas nacionales y transnacionales. De esta forma leyes como la ley del agua, la ley forestal, el proyecto de ley de páramos, el proyecto de ley de tierras, el código minero y la normatividad para la propiedad intelectual, brindan las condiciones jurídico normativos del saqueo de los recursos naturales y el sometimiento de nuestros pueblos a los grandes capitales, amparados en la figura de la concesión, el desarrollo sostenible, la mercantilización de nuestra diversidad genética y nuestra naturaleza.

4. El desarrollo sostenible: Discurso en el que se enmascara el sistema capitalista, para negar su responsabilidad en el deterioro de la naturaleza, imponiéndolo como modelo de expansión mercantil, crecimiento económico y neocolonización. El desarrollo sostenible no considera que la naturaleza tenga un límite de uso, basa sus políticas en un supuesto ilimitado crecimiento económico que considera al hombre como un ser extraño a la naturaleza y que debe desprenderse de ella.

5. El gobierno corporativo: como política y discurso del despojo agenciado por la ONU apalanca las cadenas productivas agroindustriales a favor del control de las fases de producción por parte de las transnacionales, apropiándose de la especie natural que es de su interés económico, desde el nacimiento hasta su comercialización y distribución.. Con este sistema de producción el campesino pierde la autonomía del proceso productivo agropecuario, transformándose en un trabajador dependiente de la empresa que ha expropiado sus tierras.

6. Los organismos genéticamente modificados (OMG): las semillas y animales modificados genéticamente son un arma de control y dominación, que imposibilitan la permanencia de los pueblos en sus territorios, a su vez ocasionan un riesgo ambiental debido a las altas posibilidades de contaminación genética de las especies no modificadas y endémicas y exponen a peligros biológicos al resto de seres vivos por las interdependencias ecológicas que existen en los ecosistemas en que sean introducidas.

7. Los megaproyectos: Son un mecanismo de infraestructura –económico, vial, energético, hídrico, agropecuario y de conservación- diseñados para soportar el desarrollo del mercado de bienes y servicios, reconfigurar el territorio y expropia a los pueblos del medio natural que habitan para el alcance de sus intereses mercantiles. Los Megaproyectos por su magnitud y fines generan consecuencias ambientales, culturales y sociales devastadoras al transformar los territorios y sus ecosistemas de manera tan drástica que las relaciones hombre – naturaleza son redefinidas. El monopolio, la privatización de la naturaleza se han hecho históricamente utilizando el terrorismo de Estado

8. La modernización del campo colombiano: Es una política de guerra contra las formas de producción tradicional de las comunidades y se fundamenta en el eficientismo económico y la producción para la acumulación de capitales, muestra de ellos son : el uso del suelo para plantaciones forestales, la producción de combustibles de origen vegetal, la ganadería extensiva y el encadenamiento productivo; en detrimento de otras formas de producción para quienes la prioridad es la subsistencia y en el que las relaciones sociales no son de dominación sino de convivencia, el proyecto de modernizador del campo no solo atenta contra la naturaleza con el uso indiscriminado de sustancias químicas y la mecanización del laboreo sino que también niega la posibilidad a la población de la soberanía alimentaria

Ahora bien, el problema ambiental colombiano y de la región suroccidental no se encuentra aislado de la aguda problemática agraria. Las mejores tierras y en mayor cantidad se destina a los cultivos comerciales o en gran medida a la potrerización para la ganadería extensiva. En tal sentido, los problemas ambientales en el suroccidente no son producto del accionar de las comunidades que habitan en el campo, contrario a la idea que se nos ha impuesto, estos son consecuencia del modelo económico hegemónico imperante. En un país donde la tierra esta concentrada en pocas manos y la guerra en todas sus dimensiones es un mecanismo de destierro y expropiación, Las comunidades (campesinas, indígenas y afrodescendientes) a lo largo de la historia han sido forzadas por el sistema a transgredir la montaña y los ecosistemas frágiles. El impacto que genera esta situación, no es planificado por las comunidades, sino el resultado de las políticas del Estado y el desarrollo económico del capital; vale aclarar que las comunidades hacen uso del mecanismo mencionado como salida al hambre y a la presión de las fuerzas estatales y organismos como la ONU, el FMI, la OMC, entre otros, a los que se ven sometidos en la cotidianidad.

Los denominados cultivos de uso ilícito son una consecuencia lógica a la situación expuesta y por ello la solución debe ser acorde con la misma; sin embargo, el Estado colombiano da una respuesta militar, de fumigaciones, y de proyectos económicos de sometimiento. Las fumigaciones aéreas no aportan a la solución de las problemáticas relacionadas con estos cultivos, por el contrario las acrecientan porque arrasan con los cultivos de pancoger, extinguen la biodiversidad, contaminan los ríos y generan múltiples enfermedades congénitas a los campesinos.

Lo anteriormente planteado es una clara evidencia de la responsabilidad absoluta que el sistema de producción capitalista tiene en el desequilibrio del ambiente a nivel global. Las problemáticas ambientales en Colombia y en la región del suroccidente se deben a este proyecto económico corporativista que globaliza la economía y mercantiliza el ambiente.

ELEMENTOS PARA EL DISEÑO DE UNA POLÍTICA AMBIENTAL

En aras de alcanzar una política comprometida con la dimensión ambiental desligada de los proyectos de cooptación del discurso de la conservación ambientalista del capital transnacional, es necesario crear las condiciones para que sean los pueblos quienes reconociéndose como parte integrante de la naturaleza puedan decidir su destino y romper con la dominación capitalista imperante.

Se deben tener en cuenta los siguientes criterios:

1. Es deber de las comunidades recuperar las tierras, las aguas, la biodiversidad y todo recurso natural en general y construir de manera autónoma sus planes de integración para la vida comunitaria.

2. Recuperar, cultivar, conservar e intercambiar las semillas ancestrales como una forma de lucha frente a la mercantilización de la vida y los cultivos transgénicos, asegurando así la soberanía alimentaria de nuestros pueblos.

3. Teniendo en cuenta que al pueblo colombiano se le ha impuesto una deuda económica con fines de aumentar la acumulación del capital privado nacional y transnacional. Las organizaciones que hacen parte del proceso de unidad popular deberán rechazar el canje “de deuda” por recursos naturales en sus territorios y promover acciones colectivas que impidan la implementación de este mecanismo.

4. Rechazar la estrategia militar y paramilitar del Estado entendida como una de las tácticas del proyecto de supuesta “conservación ambiental”, que usurpa la biodiversidad de nuestro país y región.

5. Oponerse al Plan Colombia del gobierno Norteamericano y a los Laboratorios de Paz de la Unión Europea por ser proyectos de neocolonización de los territorios colombianos.

6. Promover acciones para desmontar la política antidrogas que aplica el Estado colombiano porque atenta contra los recursos naturales y las comunidades campesinas del sur occidente colombiano.

7. Las organizaciones del proceso de unidad popular deben recuperar y mantener las formas de producción diversificadas para que se reconozcan los saberes tradicionales y se promuevan acciones que impidan el establecimiento de monocultivos y organismos genéticamente modificados que destruyen la agrodiversidad de la región y atentan contra la seguridad alimentaria.

8. Fortalecer la apropiación legitima y colectiva de las fuentes hidrográficas y los acueductos comunitarios, trabajando en procesos organizativos de planificación popular en el uso y protección del recurso hídrico de acuerdo a las visiones e intereses de las comunidades que involucren a los sectores urbanos y rurales en su conjunto. En este sentido las organizaciones del proceso de unidad popular del sur occidente colombiano rechazamos los planes de ordenamiento y manejos de cuencas en marcados en la política ambiental del estado como la ley de aguas, porque atentan contra la soberanía del recurso hídrico y a la vez promueven el destierro de los campesinos.


9. Se debe luchar por la conquista de una política popular ambiental que responda a los intereses de las comunidades rurales y urbanas como alternativa de construcción de soberanía popular y en firme oposición a la política de los grupos económicos nacionales y transnacionales que propenden por la comercialización de la naturaleza mediante la imposición de leyes que aprueba el estado colombiano, como la ley de aguas, la ley forestal, la ley de paramos y el código minero. La política ambiental popular tendrá como principio recoger las experiencias que vienen ejecutando a manera de normas comunitarias las organizaciones para el uso adecuado y la recuperación de los recursos naturales, el respeto por la naturaleza, la fraternidad y solidaridad entre comunidades urbanas y rurales, la autonomía y la autodeterminación de los pueblos del sur occidente colombiano.


10. Las organizaciones del proceso de unidad popular promoverán campañas contra la implementación de megaproyectos de infraestructura vial, eléctrica, portuaria, de agronegocios y con fines de conservación como corredores biológicos, los cuales se ejecutan con el respaldo económico, político y militar del estado colombiano que afectan drásticamente los ecosistemas y las comunidades. Se acompañaran otras organizaciones que adelanten iniciativas similares en el orden nacional e internacional.