viernes, 7 de agosto de 2009

Tesis: Sobre el Problema Agrario

TESIS SOBRE EL PROBLEMA AGRARIO

PROCESO DE UNIDAD POPULAR DEL SUROCCIDENTE (PUPSOC)

SUSTENTACION

Es primera condición para entender la situación del sector agrario en Colombia, entender las leyes históricas del sistema capitalista, para en un segundo movimiento entender còmo se han desarrollado específicamente en la formación social Colombiana. .

La historia del modo de producción Capitalista en Colombia, es la historia de la negación y despojo de la tierra a los campesinos indígenas y afrodescendientes. El grado de dominación y explotación de los pueblos es directamente proporcional al grado de expropiación de su tierra.

La gula del norte,… con toda su historia de andanadas sangrientas y legislaciones bárbaras, va detrás de las tierras, de las aguas, de las semillas, del conocimiento de los pueblos, de todas las riquezas de la naturaleza y del producto del trabajo de las gentes.


El régimen del capital presupone el divorcio entre los productores y la pro¬piedad sobre las condiciones de realización de su trabajo. Cuando ya se mueve por sus propios pies, la producción capitalista no sólo mantiene este divorcio, sino que lo reproduce y acentúa en una escala cada vez mayor. Por tanto, el proceso que engendra el capitalismo sólo puede ser uno: el proceso de disociación entre el productor directo y la propiedad sobre las condiciones de su trabajo, proceso que de una parte convierte en capital los medios sociales de vida y de producción, mientras de otra parte convierte a los productores directos, en este caso a los comunidades rurales, en obreros asalariados del agro.

A este proceso de expropiación de las condiciones de realización del trabajo, se le da el nombre de acumulación originaria, que no se refiere a una época remota, es un movimiento permanente del sistema, es el proceso histórico de disociación entre el productor y los medios de producción, en colombia en los últimos cinco años a casi cinco millones de campesinos se les ha privado de su medio de producción .

El proceso de acumulación originaria implica momentos en que grandes masas de familias, hombres y mujeres se ven despojadas repentina y violentamente de sus medios de producción para ser lanzadas al mercado de trabajo como prole¬tarios libres, y privados de todo medio de vida. Sirve de base a todo este proceso la expropiación que priva de su tierra al productor rural, al campesino, al afrodescendiente y al indígena.

Queremos subrayar que lo que yace en el fondo de este proceso es la expropiación del productor inmediato, la disolución del trabajo basada en el trabajo personal de su poseedor, para lo cual se utilizan todos los mecanismos que sean necesarios desde los remates judiciales por hipotecas bancarias, hasta los desplazamientos más violentos que luego se legalizan y desinfectan por medio de instituciones como el Congreso de la República, los notarios o el INCODER que legalizan títulos para bendecir crímenes.

En Colombia como en el mundo asistimos a un momento de profundización de las relaciones sociales de producción para la apropiación privada, basadas en grupos humanos minúsculos, dueños de las condiciones de producción y grupos humanos enormes despojados de estos.

Estas leyes históricas del capital acabadas de exponer que se han materializado en Colombia de la forma más cruda y pura, hacen que hoy en nuestro pais 2425 familias, sean dueñas de más de 60 millones de Hectáreas de las 114 millones que es el área total de la geografía continental colombiana.

La unificación de la propiedad de la tierra es parte de la lucha de clases en la construcción y movimiento de la sociedad capitalista y para el caso de la formación capitalista colombiana las formas del despojo han tenido un significado especial para definir las condiciones y formas especìficas asumidas en la lucha de clases en Colombia.

Este conflicto se remonta a los orígenes mismos de la nacionalidad, a las formas de industrialización urbana y se ha agudizado con el nuevo diseño de la industrialización rural y la adecuación de los territorios de la nación a los intereses y condiciones de una economía mundial, desenvolvimiento de las diferentes formas de las luchas populares cuyas características podremos definir en:


Conflictos económicos.

a) El conflicto que ha suscitado la expropiación a sangre y fuego de tierras por parte de sectores terratenientes, narcotraficantes, esmeralderos, militares, exmilitares paramilitares y en general la clase dominante, por medio de diferentes mecanismos como la expulsión de las tierras, la compra, la expropiación por endeudamiento con entidades financieras que entre otras formas son las que han consolidado los procesos de expansión y dominio territorial en función de los intereses del capital y de las empresas transnacionales.

b) El conflicto que surge entre el escaso acceso de la economía parcelaria y de los medianos propietarios a los diferentes servicios y recursos del estado, en relación con el que tienen los grandes propietarios de la agricultura comercial y exportadora.

c) Imposición de la lógica del capital en la producción, procesamiento y comercialización del agro colombiano.

d) El conflicto entre los productores de materias primas para el desarrollo agroindustrial con los poderes de negociación consolidados en las cadenas agroindustriales.

Conflictos sociales

a) Los conflictos entre propietarios y trabajadores rurales por la remuneración y las mejoras en las condiciones de trabajo.

b) Los conflictos entre la comunidad rural, el estado y sus organizaciones por una mayor atención y solución de problemas relacionados con la calidad de vida, derechos humanos y servicios básicos.
c) El tradicional conflicto entre comunidades rurales sin tierra y grandes propietarios o latifundistas, el cual se manifiesta en las recuperaciones de tierras.

d) La pérdida de identidad y saberes tradicionales de campesinos, indígenas y afrodescendientes.

Conflictos políticos

a) Contradicciones de intereses entre las localidades rurales, las regiones y el poder central.

b) El conflicto político entre el estado y las organizaciones insurgentes.

El sur occidente de Colombia, que conforman los departamentos de Valle, Cauca y Nariño hizo parte del denominado gran Cauca hasta 1905. Desde la conquista y la colonia, el despojo de la tierra a los indígenas, la negación del derecho a la tierra a mestizos y afrodescendientes, ha sido la constante en esta región donde se desarrolló en primer lugar la encomienda de indígenas, la esclavitud de los afrodescendientes y la servidumbre de indígenas y mestizos, configurándose en la mita y la hacienda colonial, una forma de explotación extrema del ser humano. En las luchas de independencia del siglo XIX, Simón Bolívar quiso cambiar esta situación con la expedición del decreto del 20 de mayo de 1820 en Villa del Rosario de Cúcuta, pero a èl se opusieron rabiosamente familias esclavistas como los Cabal, los Caicedo, los Arboledas, los Mosquera y los Obando que como lo cuenta la historia, junto a Francisco de Paula Santander traicionaron los postulados de revolución social pregonados por Bolívar y Sucre; ésta posición fue la que se erigió y sobre la cual se construyó la nueva Republica sobre las bases del sistema feudal y eslavista heredado de la corona española.

Hoy los campesinos: mestizos, indígenas y afrodescendientes siguen siendo los desposeídos de la tierra, se encuentran concentrados en pequeñas parcelas en las cordilleras o en las selvas del pacifico mientras las tierras màs fértiles están dominadas por los terratenientes y explotadas en grandes fincas capitalistas de caña de azúcar, palma africana, en grandes plantaciones forestales de la transnacional irlandesa, Smurfit Cartón de Colombia, o en ganadería extensiva de los herederos de quienes traicionaron al Libertador.

Los campesinos, indígenas y afrodescendientes, tienen que enfrentar al latifundista tradicional, al neolatifundismo narcoparamilitar y a las multinacionales que han puesto sus ojos sobre los recursos de flora, fauna y aguas, cuyos inventarios vienen realizando algunas Ongs “ambientalistas”, las Universidades Pùblicas y privadas, las corporaciones autónomas regionales y el Sistema Nacional de Parques Naturales y Àreas Protegidas.

A la tradicional ocupación indígena y afrodescendiente del litoral pacifico, se suma hoy una desordenada colonización y un desbordado interés de las multinacionales sobre los recursos de este importante ecosistema. Las tierras fértiles de Nariño y Cauca, son ocupadas por latifundistas lecheros y monocultivos de papa, pinos, eucaliptos y palma africana mientras los pobladores rurales se disputan pequeñas fincas y los pocos recursos que el estado destina para adquisición de tierras.

Las comunidades rurales en el Valle del Cauca, han asistido paulatinamente al despojo de sus tierras, primero la expansión de una gran mancha de caña de azúcar los expulso del fértil valle del río, posteriormente, las plantaciones forestales achicaron su economía y sus predios mediante la gran plantación forestal. Hoy el estado mediante la implementación de obras de infraestructura eléctrica y los denominados proyectos de servicios ambientales amenazan su permanencia en las laderas y paramos de las cordilleras del departamento.

Pero no solo por la vía del despojo de la tierra esta amenazada la pervivencia de los campesinos, indígenas y afrodescendientes en el sur occidente. El modelo neoliberal viene implementando políticas que logran engañar a las comunidades. Agricultura por contrato, alianzas estratégicas, encadenamientos productivos y toda una serie de sugestivos programas de “desarrollo rural y agronegocios”, tienen confundidos a los pequeños productores quienes se debaten en el dilema que les plantea continuar aprovechando las ventajas comparativas de economía parcelaria o entrar en las ventajas competitivas que supuestamente les ofrece el mercado capitalista, entre esforzarse por mantener una producción primaria de alimentos para el mercado interno y la recuperación de la soberanía alimentaría o dedicarse de lleno al monocultivo y los productos tropicales para la exportación.

Esta vía de expropiación menos violenta en su método, busca los mismos resultados que las acciones de fuerza del estado a través de sus organismos oficiales y paraoficilales. Despojar del campo a los que ellos denominan ineficientes y molestos campesinos, indígenas y afrodescendientes y afianzar un modelo de agricultura para la exportación con “campesinos” organizados en cooperativas, que encadenados a una “cadena productiva agroindustrial” materialmente ya obedecen a una lógica distinta a la de la producción parcelaria.

La crisis agraria se halla íntimamente articulada a la situación general del país, afectando y siendo afectada simultáneamente por el Régimen Político, la dependencia, el desempleo, la violencia y en general por el Estado Capitalista Colombiano y sus instituciones. Por ello, colocar el campo colombiano a la altura de un Nuevo País, supone la solución de la crisis general del sistema. No existe una solución aislada. No valen los paños de agua tibia.

PROPUESTAS

Para alcanzar estos objetivos se requiere de una Nueva Política Agraria, que debe consultar con estos criterios:

1) Propender por una reforma agraria integral, masiva y democrática, teniendo en cuenta para ello las legislaciones especiales para grupos étnicos y la propiedad colectiva sobre la tierra, la tierra serà apropiada en forma colectiva, por los campesinos, mestizos indígenas y afrodecendientes, para la construcción de territorio, en un proceso que apalanque nuevas formas de relaciones productivas para la transformaciòn social.

3) Defender nuestros territorios en su integralidad, de la patentización de la naturaleza, la privatización de los recursos naturales, la explotación indiscriminada. Denunciando y enfrentando los mecanismos de todo tipo que se implementen por parte del Estado para implementar sus políticas en este aspecto. Mecanismos que van desde las ONGs u organismos llamados de la sociedad civil, hasta mecanismos militares y paramilitares.

4) Construir una verdadera política agraria con los pequeños y medianos productores y comunidades étnicas, complementaria a la titulación colectiva de la tierra y las disposiciones que viabilicen la construcción de Territorio, de manera tal que seamos màs eficaces en la conquista de las exigencias que hagamos a este Estado.

5) Las comunidades no debemos acordar ni adelantar negociaciones con las empresas transnacionales que pretenden ejecutar megaproyectos en sus territorios, pues estos son nefastos para las comunidades y sus entornos vitales. Se propone adelantar procesos de denuncia del saqueo que realizan en nuestros territorios, además capacitación y acompañamiento tendientes a generar alternativas que consulten los intereses populares.

6) Proteger la producción nacional con aranceles y subsidios acordes a la situación de los productores y el mercado nacional y derogar los acuerdos de comercio exterior que sean lesivos para los productos agropecuarios nacionales, propendiendo por la construcción de la comunidad económica de las naciones Latinoamericanas y del Caribe .

7) Como principio de lucha y resistencia, defender la economía tradicional campesina, mestiza, indígena y afrodescendiente porque garantiza la soberanía alimentaría, genera empleo, estabiliza el sector primario como base para desarrollar otros ámbitos de nuestra economía, contribuye al desarrollo de una sociedad en paz y además porque la economía parcelaria es viable dada que es la única que puede servir de base para la creación de técnicas que armonicen con las leyes de la naturaleza en contradicción con la técnica dela plantaciòn.

7.1 Defender los productos y saberes tradicionales de los campesinos: mestizos, indígenas y afro descendientes como por ejemplo los calendarios y las técnicas agrícolas para la siembra y la cosecha, la medicina tradicional, la gastronomía, el folclor y las artes.

7.2 Implementar un sistema agroecológico que propenda por la autónomìa alimentaria y la biodiversidad y refleje la resistencia de los campesinos: mestizos, indígenas y afrodescendientes al monocultivo

7.3 Recuperación y protección de las semillas no modificadas genéticamente.

7.4 Recuperación, sistematización y formación con base en el conocimiento de las técnicas propias de la economía parcelaría

7.5 Recuperación de tierras para la creación colectiva de los territorios.

7.6 Implementar el desarrollo de formas de propiedad campesina colectiva, estimulando las ya existentes y fortaleciendo su organización como por ejemplo las zonas de reservas campesinas.

7.7 Fortalecer todas las formas colectivas de intercambio, mercadeo y trueque de saberes productos y semillas.

8.) Los territorios étnicos deben estar especialmente protegidos y serán de suficiente extensión y calidad para cada comunidad, situación que le permita su perfecto modo de vida de acuerdo a su cosmovisión y necesidades culturales y sus formas de producción. Se apoyará su organización autónoma, respetando su cultura, su idioma y su relación con la tierra.

9.) Mejorar las condiciones de vida rural llevando servicios públicos básicos, como la electrificación, mejoramiento de vías, educación, salud, vivienda, agua potable y saneamiento básico, priorizando sistemas que promuevan la autonomía de las comunidades como es el caso de las fuentes de energía alternativa. Dichos programas serán financiados por el Estado y ejecutados de acuerdo a las políticas populares.

10) Resistencia ante la actual legislación minera y a la utilización del territorio colombiano con este fin por parte de grandes compañías industriales nacionales e internacionales.

11) Rechazo contundente a la política que encarna el nuevo estatuto rural, que en conjunto con la Ley Forestal, la Ley de Aguas y paramos y el articulo 4 de la Ley 1032 de 2006 que abona el terreno para la implementación del TLC , pretendiendo que los únicos ocupantes del campo a largo plazo sean los pobladores “eficientes y productivos”, dejando por fuera a la mayoría de la población campesina, mestiza indígena y afrodescendiente del país que son finalmente aquellos que podrian garantizar la actualmente deteriorada soberanía alimentaría de la nación Colombiana.

PROCESO DE UNIDAD POPULAR DEL SUROCCIDENTE COLOMBIANO (PUPSOC)

“LA LUCHA EN CADA DIA, EN CADA ACCIÒN, EN CADA SURCO.
CONSTRUYENDO UN SISTEMA POPULAR CONTRA LA EXPLOTACIÒN CAPITALISTA.”