La reforma
planteada por parte del gobierno nacional por medio de la cual se redefine el
Sistema General de Seguridad Social en salud, no es más que una
propuesta que profundiza un sistema inequitativo cuya premisa fundamental
continúa siendo la concepción de la salud como una mercancía y no un derecho
fundamental.
La reforma plantea cambios en la administración de los recursos y algunas
modificaciones al sistema de salud, las
cuales deberían disminuir barreras de acceso, mejorar la calidad en la atención
y continuidad de los servicios de salud y dar una solución a la crisis
humanitaria ocasionada por el actual modelo.
Sin embargo, la reforma no responde
a estos objetivos porque la
esencia inequitativa del sistema de salud se mantendrá intacta, las barreras de
acceso permanecerán y la salud continuara como un servicio que se vende y se
presta según sea la capacidad de pago o si el cliente está clasificado como
pobre y merecedor del servicio de salud
por el SISBEN.
La precaria calidad en la atención será la
misma pues las EPS (privadas) que ahora serán los GESTORES DE SALUD,
continuaran como encargadas directas de prestar la atención de la salud
individual con lo cual se garantiza que la mala calidad y la inhumanidad se
mantenga como un problema en el sector, ya que el único objetivo de estas
empresas es aumentar su capital financiero y NO dar un servicio
humanizado coherente con las necesidades de salud de la población.
La crisis de humanitaria evidenciada en la
muerte de miles de pacientes por falta de atención, cierre de hospitales públicos
y el empeoramiento de los indicadores de salud pública, ha sido ocasionada por
la implementación de un sistema de salud mercantilizado y no será contrarrestada con el proyecto de
reforma, pues este sólo apunta a mantener
el mismo modelo en salud que busca maximizar
las oportunidades de negocio contribuyendo a la rentabilidad de la empresas
privadas de salud, quienes serán las únicas beneficiadas con la reforma de
corte neoliberal y de ajuste a las exigencias del libre comercio internacional.
El sector salud del proceso de unidad popular
del sur occidente colombiano, rechaza totalmente la actual propuesta de reforma
a la salud del gobierno, por ser una propuesta que no genera cambios
profundos que respondan o lleven a una
solución del problema fundamental de la salud en Colombia sino que por el
contrario, empeora el panorama de crisis
humanitaria en la salud de los
colombianos.
Invitamos a todas las organizaciones sociales
que a diario luchan por una sociedad justa a exigir un modelo de salud
equitativo, publico, donde el estado sea el administrador y garante absoluto
del derecho a la salud, donde la salud sea un derecho fundamental y
no el vulgar e inhumano negocio que hace más de 20 años viene enriqueciendo a
las grandes aseguradoras a costa de
todos los colombianos.
GRUPO TRABAJO SENTIDO REAL
SECTOR SALUD
PROCESO UNIDAD
POPULAR SUR OCCIDENTE COLOMBIANO